¿Realmente son peligrosas las aplicaciones de préstamos? En estos tiempos, la recolección de datos por parte de terceros suele ser una aventura desagradable. Llamadas de ventas no autorizadas, fraudes, secuestros y extorsiones están a la orden del día; mucha de la información que se usa para cometer estos delitos, se obtiene de distintos medios donde están almacenados nuestros datos: la compañía telefónica, luz, gas, bancos, etc. No debería sorprendernos que hace dos años en la plataforma de Amazon, se ofertó el padrón electoral que estaba en posesión del partido Movimiento Ciudadano.
Desde el año 2020 las empresas Fintech (Financieras tecnológicas) crecieron un 50% en México según datos de la CONDUSEF. La mayoría de estas empresas se dedican a otorgar créditos en línea, algunas otras a inversiones o cuentas bancarias digitales. Debido a la crisis sanitaria por COVID-19, la baja de empleos y otros factores, la solicitud de créditos a estas empresas aumentó exponencialmente.
Empresas sin ninguna regulación, crearon aplicaciones móviles que supuestamente otorgan préstamos con únicamente la credencial del INE; sin embargo, estas aplicaciones no otorgan ningún préstamo, solo guardan los datos registrados para poder explotarlos o venderlos. Esto se ha vuelto un gran problema, y la tienda de Google Play no ha hecho ningún tipo de esfuerzo en sancionar estas aplicaciones.
¿CÓMO FUNCIONAN LAS APPS DE PRÉSTAMOS?
Aparentemente su función es sencilla: Registrar sus datos, subir fotos de una identificación y un autorretrato, con esto la aplicación evalúa la solicitud.
Al registrar los datos, estas aplicaciones solicitan algo muy relevante, dos contactos como referencia, lo cual puede parecer normal; pero al darle ese permiso a la aplicación, se le da acceso a toda la agenda telefónica.
Entonces recapitulando, la aplicación tendrá toda nuestra información personal, incluida una foto y el número de nuestros contactos.
Ahora, el problema es el siguiente: Con estos datos se generan registros las cuales después cotejan con otras bases para tener expedientes completos; lo que hacen con estas bases es intercambiarlas, o en el peor de los casos, venderlas a delincuentes que las usan para extorsionar.
Solo el 18% de estas empresas están reguladas y entregan los créditos que ofertan, y el otro 82% solo recolecta datos. Al respecto de las que entregan los créditos, lo hacen a intereses imposibles de pagar, y cuando esto sucede, es cuando usan los contactos guardados en la aplicación para llamarles y hacer labores de cobranza.
Estas aplicaciones tienen el común denominador de publicitarse en redes sociales y juegos que se encuentran en las mismas. En el sitio de la CONDUSEF se puede encontrar el listado de las Fintech que tienen autorización para otorgar créditos en línea; pero también, se encuentra un listado de las empresas y aplicaciones fraudulentas.
Si requiere asesoría en cuanto a seguridad y desarrollo de aplicaciones no dude en contactarnos.