Hace algunos días, la Secretaría de Gobernación solicitó al Instituto Nacional Electoral la base de datos biométrica de los ciudadanos que se encuentran en el padrón electoral. Analizando las implicaciones que la cesión de la base de datos biométrica pudiera tener, encontramos lo siguiente:
- El poseer una base de datos donde se encuentren registros que contengan las huellas digitales y fotografías de cada ciudadano, puede tener consecuencias que afecten directamente en la seguridad de los individuos. Desde las llamadas y correos innecesarios de empresas publicitarias, bancos y otro tipo de servicios, hasta secuestros virtuales o reales, fraudes, usurpación de identidad, etc. Hace un par de años, se encontró que los datos que el INE proporcionaba a los partidos políticos con fines electorales, llego a una nube de Amazon y fue comercializada (tomando en cuenta que dentro de los datos que el INE proporcionaba a los partidos políticos no se encontraban los biométricos). Existen empresas que pagan buenas cantidades por tener datos de particulares, con fines publicitarios principalmente; sin embargo, también delincuentes lo hacen con el fin de cometer diversos ilícitos.
- Por otro lado, el poseer estos datos, abre la posibilidad a crear tendencias de forma más fácil. Como ejemplo podemos poner lo siguiente: Una empresa que posea tan solo el nombre y fotografía de algún particular, y a través de una herramienta de Business Intelligence pueda cruzar esos datos con perfiles de redes sociales podría conocer exactamente cualquier preferencia, no solo política; y esto le daría a esa empresa poder sobre cada persona, poder de manipular sus preferencias e influenciar en sus decisiones. Se podrían conocer tendencias de cualquier tipo y almacenarlas en sistemas de Big Data, lo cual pondría en riesgo la seguridad de cada individuo.
Podríamos decir que, en esta etapa de la era tecnológica, ya somos bastante públicos. Las redes sociales almacenan grandes cantidades de datos, incluyendo fotografías y preferencias. Cada post o comentario que realizamos en ellas, son registrados y almacenados en grandes sistemas, determinando cada palabra que utilizamos para conocer en que pensamos o incluso que sentimos. Aunado a esto, los tramites o compras que se realizan online, también guardan información sensible. Por lo tanto, el hecho de que nuestras huellas digitales ronden en una institución gubernamental como la SEGOB no debe tomarse a la ligera, hay que recordar que han tenido importantes caídas de sistema, como la falla en la expedición de pasaportes o actualmente la base de datos de las CURP. Se debe garantizar que cuentan con los mecanismos de seguridad tecnológica necesarios como cortafuegos, autenticación por huella digital, encriptación de contraseñas y usuarios, etc.
Actualmente el INE ha propuesto el enviar a los partidos políticos, los datos mínimos del padrón electoral a través de servicios Web (Datos que se envían, a través de la red por medio de ciertos protocolos), con el fin de no proporcionar la base de datos de forma directa, a través de algún empleado o un tercero.
Por otro lado, se debe considerar la transportación de una gran cantidad de datos de forma física. Es decir, ¿Cuál es la forma más segura de transportarlos? Existen múltiples formas, desde un disco duro encriptado, hasta una VPN (túnel privado virtual), sin embargo, sea cual sea la forma, y en caso de realizarse, se debe garantizar la integridad de los mismos
Sería interesante saber cuál es el objetivo de la cesión de la base de datos biométrica. Sin embargo tomemos en cuenta, que utilizando Data Science (Minería de datos, inteligencia artificial, inteligencia empresarial, Big Data) se pueden conocer, como ya dijimos las preferencias de cada persona y manipular la toma de sus decisiones.
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